Nota Roja

El tiempo ha comenzado su cuenta regresiva. El reloj ya no genera ese sonido de tic-tac constante que solía reproducir cada noche mientras dormía. Abro los ojos y me encuentro explorando un mundo desconocido. La luz del sol me quema y prende fuego en mis entrañas, y mis ojos comienzan a secretar un líquido extraño. Salado. Creo que ese es el sabor de la sal. La secreción comienza a fluir cada vez más rápidamente, a cada momento con mayor fuerza y es entonces cuando siento una opresión en el pecho y, al mismo tiempo, las venas que pasan por mi sien se dilatan repentinamente haciendo presión y quemando como lava ardiente. Siento como si una bola de fuego fuera recorriendo todo mi cuerpo, entumeciendo mis sentidos a su paso. Al momento en el que me quemo por dentro, algo tenue alcanza a titilar a unos cuantos kilómetros de distancia. Todo parece tan confuso, tan lleno de niebla. Como si una manta estuviese cubriendo mis ojos y no pudiese ver más allá de ella.
Intento levantarme lentamente y siento de nuevo esa cuenta regresiva, como si alguien comenzara a susurrar palabras incoherentes en mis oídos, no veo nada, no escucho nada y sin embargo me siento aturdida; aturdida por el silencio, y aturdida por los gritos. “¿Me estaré volviendo loca?”, el pensamiento no alcanza a salir porque la conexión de mis labios con mi cerebro no está clara. Me quedo muda y, de repente, comienzo a gritar sin que ningún fonema o sonido salga de mi boca. No logro nada. Nadie voltea y la soledad tan fiel y traicionera se encuentra presente. Se acerca lentamente, la veo venir y cuando intento huir de ella me percato que ya no puedo moverme. Todo sigue confuso y mis músculos no responden a mi cuerpo.
Asustada por todo lo que me ocurre intento abrir los ojos, porque el mar que antes veía se ha borrado. No puedo. En mi recuerdo sólo queda una imagen fría de un cuarto completamente blanco. No encuentro principio ni final, sólo logro distinguir paredes blancas alrededor de mí. No sé que me pasa, parece un manicomio y ni siquiera tengo una pista del motivo por el que estoy aquí. “¡Momento!”, en los hospitales psiquiátricos hay puertas con una pequeña ventana de vidrio justo en el centro de ella. Busco desesperadamente esa puerta blanca y no la encuentro por ningún lado, volteo hacia arriba y hacia abajo y no hay nada. Me siento perdida, ya no es un cuarto, sino una esfera blanca que no me permite ver nada hacia el exterior.
Quiero ver el mar, quiero ver el cielo, quiero sentir la brisa de la lluvia y oler las rosas del jardín. Estoy confundida, no entiendo, me siento completamente débil, mi cuerpo está totalmente inerte pero extrañamente sigo de pie. Estoy completamente desnuda; sin embargo, mi piel va perdiendo poco a poco su tono rosado y se va convirtiendo en un bulto blanco, casi transparente. “¿Qué me está pasando?”, siento una asfixia, y la luz que antes titilaba comienza a extinguirse cada vez más. Poco a poco me voy alejando, cada vez más rápido y la cabeza comienza a darme vueltas, todo me da vueltas. Aún sigo atrapada en la esfera blanca y el ruido del silencio se hace cada vez más fuerte, como si una sierra estuviese encendida justo al lado de mi oído. Me han despojado de todo, no hay sensación, no hay olor, no hay sonidos, sólo hay oscuridad.
Algo se aclara en mi mente, voy perdiendo peso y comienzo a ver todo en repetición, como una película en cámara lenta y ahora sólo soy un espectador. Ahora comprendo: “estoy muerta”.

Descubren a joven muerta en basurero de la
ciudad

El martes 30 de Agosto del año en curso, a las 9:30 horas, la policía local de la ciudad recibió una llamada anónima denunciando un asesinato. La denuncia fue hecha desde un teléfono público ubicado en la intersección de las calles Miguel Araguán y Juventino Rilmen.
El cuerpo fue encontrado en el basurero de un reconocido hotel de la colonia Madrid, se encontraba envuelto en una sábana blanca ensangrentada y, estaba cubierto de periódico. Al llegar la policía había un círculo de personas rodeando la escena del crimen.
La víctima recibió tres impactos de bala (uno en el abdomen, otro en la cabeza y el último en el corazón), presentaba golpes en el cuerpo y múltiples heridas de arma blanca. La policía local cree que las heridas fueron ocasionadas con una navaja y se piensa que éstas fueron producidas antes de las heridas de bala.
La víctima fue despojada de todas sus prendas y no se ha encontrado ninguna identificación. El cuerpo fue transportado a la morgue donde se le realizará una autopsia para determinar la causa de muerte y esclarecer si la víctima fue violada antes de ocurrir el homicidio. Aunque se desconoce el móvil del crimen, ya se ha abierto una investigación para esclarecer el homicidio.