Friday, January 13, 2006

Corazón Vacío

En estos momentos no tengo un tema del que pueda hablar libremente, no existe un punto de partida en donde yo pueda colocarme para observar de mi vida todos los tropezones que he dado. No estoy muy segura de qué es lo que estoy buscando, pero quisiera intentar poner un poco de orden en todo aquello que creo, es necesario en estos momentos en mi vida. No parece una buena idea, sin embargo, es lo más apropiado y lo único que puede salvarme del desastre total, que aunque me ha estado rondando muy sutilmente, los últimos días, se ha frenado a hacerme daño. Me resulta un arduo trabajo el darme cuenta de que existen muchas otras cosas que me rodean, hay cosas bellas en mi vida, que hasta estos momentos he estado ignorando y no debería. No me refiero a algo material, sino a todo aquello que me brinda cariño, todas aquellas personas que me han permitido adentrarlas en mi vida y que se han propuesto hacerme feliz, de una manera u otra.
No comprendo muchas cosas y, sin embargo, siento la enorme necesidad de rodearme de personas que puedan hacerme feliz, la pregunta es ¿cómo encontrar a las personas adecuadas? La verdad es que no conozco nada de mi vida, ni un reverendo bledo de lo que ellas creen conocer de mí. Me pregunto si puede haber alguien que realmente me conozca, sin necesidad de ser yo, porque la verdad es que si de mí dependo estoy totalmente perdida porque no creo encontrarle lógica a absolutamente nada de lo que acontece en mi vida.
El amor es una estupidez en esta vida, tan bello en algunos aspectos, pero tan maldito en muchos otros… el problema no es enamorarse de alguien, mucho menos que alguien se enamore de ti… el verdadero problema es enamorarte de alguien y que dicha persona no te ame de regreso. Eso sí es un problema, porque entonces se le pierde todo sentido a las cosas, dejan de existir, dejan de ser. Podría doler, pero la verdad es que no quiero darle la oportunidad a que duela, no puedo darle ese lugar, no quiero darle importancia, no quisiera que duela y lo hace, pero desde la última vez que llore tanto por un hombre en mi vida, decidí, me prometí y me juré a mi misma, no volver a derramar una sola lágrima por alguien del sexo opuesto. Como dice el refrán, “ningún hombre merece tus lágrimas…” y yo lo completaría “… y si las merece, entonces jamás te hará llorar”. Suena tan sencillo, pero la verdad es demasiado complicado…
Hace tiempo me vengo dando cuenta de que soy muy complicada, inexplicable, la verdad es que no soy nada predecible, aun y cuando haya personas que me conocen desde mi cuna. Soy desconcertante, y un tanto imbécil cuando se trata de hombres, la verdad es que soy una mujer un poco inquietante y eso podría parecer una carta jugada en mi contra.
Hablando de cartas, sería una muy buena metáfora comparar la vida con un juego de pokar. Dependes de la suerte, que en este caso, juega el papel del destino y desempeña una perfecta actuación, ya que te mueve las jugadas planeadas sin que te des cuenta, y, de repente, te encuentras perdiéndolo todo. En el juego se apuesta dinero, y en la vida se apuesta el corazón en cada relación que se inicia, y no hablo simplemente de una relación amorosa, sino de una relación amistosa también. Uno entrega lo que tiene y lo va a apostando sabiendo que puede perderlo, sin embargo, nos olvidamos de leer las letras pequeñas que dicen que no se fía, entonces si perdemos el corazón ¿qué nos queda?, no habrá quien nos preste un corazón para volver a sentir, y el no sentir sería el peor castigo que una persona en esta tierra pudiera tener.
Puede parecernos coherente y lógico lo que estoy escribiendo pero la verdad es que no hay nada más ilógico e incoherente que el amor, porque realmente podemos estar seguros de que no existe y, sin embargo, hay personas que dicen sentirlo y conocerlo. ¿Cómo saber si amaste con todo lo que se puede amar? Es decir, no hay un punto de partida, simplemente hablamos de puntos de referencia, cada vez te entregas más, pero ¿y si lo has entregado todo?...
Extraño sería que yo dejase de escribir, eso si sería mi muerte, y no sé si para mi fortuna o infortunio el hecho de seguir escribiendo lo que siento, lo que pienso, y todo aquello que en algún momento quise decir pero que preferí callar, me devuelve las ganas de volver a enamorarme, aunque en estos momentos crea que el amor es lo peor que existe en este mundo. No tengo ganas de amar; sin embargo, quiero enamorarme de nuevo y recuperar esas ganas de hacer feliz a la persona que ame, no se trata de lo que puedo o no puedo hacer, o de lo que quiera sentir o no, pero es remotamente relativo el hecho de decir que no tengo un corazón, claro que lo tengo, y si no lo tuviera no seria entonces la persona estúpida, apasionada, enamoradiza.
Esa podría ser una definición perfecta de lo que es el amor, una enfermedad, una muy buena enfermedad, pero qué si no la tratas, a final de cuentas te deja solo y sin esperanza… sin corazón…
Necesito un ángel en este momento, no quiero enamorarme, ni quiero encontrar a alguien que pueda enamorarme, pero no sé como empezar entonces a salir adelante si justo lo que no quiero encontrar es lo que tengo que buscar. Parecería que estoy un poco loca, pero la verdad es que estoy loca más de la cuenta. Si no estuviera demente, entonces, no habría amado jamás, porque una persona en su sano juicio no se entregaría tan estúpidamente a un sufrimiento que es seguro. Necesito una pastilla que pueda curar el dolor que se siente tan profundo y que llega hasta el ultimo rincón de mi alma. El problema es que esa pastilla, solamente podría ser una persona, un niño… un nuevo amor y he aquí el dilema de nuevo, si no quiero enamorarme ¿cómo encontrar el antídoto a la enfermedad que tengo?
La vida es demasiado complicada ¿saben?, parece una mujer, ese sería un muy buen argumento, podría ser que tal vez por eso le dieron el sexo femenino a esa palabra, porque la vida realmente es una mujer, complicada, inteligente y a final de cuentas, nos da lo que queremos pero tras mucho sufrimiento. Bueno, al menos así han descrito a las mujeres algunos hombres que yo conozco. Lo que ellos no saben es que para nosotros los niños son prácticamente iguales, nos hacen sufrir, al final nos hacen felices, les gusta jugar el papel de inteligentes, pero entonces viene la complicación. Yo ya no entiendo nada, ni siquiera me entiendo a mi misma, y es por eso tal vez que he decidido escribir un montón de palabras. Cosas sin importancia, que me hacen desahogar todo lo que siento, y lo mas irónico es que podría seguir escribiendo toda la tarde, todo el día, toda la noche si quieres, podría seguir y seguir y seguir, pero estoy en el punto en el que tengo la necesidad de llorar, de derramar algunas lagrimas y es tan feo.. porque no puedo, me juré tan segura que no iba a volver a llorar, que creo que mis ojos se creyeron esa mentira. El problema es que yo me refería a que no quería volver a sufrir, y heme aquí, con el corazón hecho pedazos, sin ganas de vivir, sin ganas de reir, sin vida… como un ser inerte que realiza automáticamente todo lo que hace…
Dormir… dormir… eso es lo único que necesito… sólo necesito dormir…

Rocío del Mar

No comments: